recuerda si necesitas una mano amiga la encontrarás en cada extremo de tus brazos, con el tiempo y la madurez, descubres que tienes dos manos, una para ayudarte a ti mismo y la otra para ayudar a los demás.
pon tu mano en su mano, camina sola con él, camina hacia delante porque si miras hacia atrás volverás
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